—MACHINGA—
Un producto utilizado por los pueblos originarios puede elevar el nivel nutricional de niños de Centroamérica.
En las tierras de los kichwas amazónicos del Huallaga Central, en el más duro de todos los territorios de la Amazonía peruana, en el bosque seco tropical, existe un renacer, un movimiento que reacciona frente a la pérdida de la identidad, a la pretendida muerte de una cultura, reconociendo el valor de su conocimiento, a través de por ejemplo una planta mágica: la manchinga, que es capaz de soldar los huesos rotos, capaz de soldar el espíritu y sacar de la desnutrición a los niños.
El proyecto Manchinga, es una iniciativa de la Cooperativa Mushuck Runa a favor de las comunidades nativas de Yaku Sisa y San Juan de Miraflores, asociadas a la gestión del territorio ancestral kichwa "Ampinakuna Sacha", una solicitud de concesión para conservación, por la que desde hace muchos años luchan los pueblos originarios.